Cómo Saber si un Huevo Está Fresco – Métodos Caseros

Los huevos son un alimento habitual en nuestras dietas, ya sean camperos, de granja o 100% ecológicos.

Al tratarse de un alimento natural su fecha de caducidad es estimada, y la forma que tengamos de almacenarlos en nuestra casa influirá directamente en mantener su buen estado durante más tiempo.

Mantener la cadena de frío, evitar roturas y el contacto del sol serán unos básicos para alargar su tiempo de consumo, pero si tienes dudas sobre su estado puedes utilizar algunos trucos para asegurarte de que están en perfectas condiciones antes de consumirlos.

El truco del vaso con agua

Probablemente sea el truco más viejo para comprobar su estado. Consiste en sumergir un huevo en un vaso con agua natural y un poco de sal hasta cubrirlo por completo; obteniendo 3 posibles resultados:

  1. El huevo se hunde rápido. Si cuando sumergimos el huevo con cuidado, éste se queda en el fondo, podemos estar seguros de que tenemos un huevo perfectamente fresco entre manos. Ideal para almacenar por unos días y consumirlo de cualquier forma.
  2. truco del vaso de aguaSe hunde lentamente. Si durante este proceso el huevo se hunde lentamente, significa que su interior aún está fresco, en buen estado para consumir. Pero, esto debe hacerse rápido pues ya el tiempo de exposición le está pasando factura; no está recomendado para pastelería.
  3. El huevo flota. Si al colocar el huevo, este no se hunde, sino que, termina por flotar, es una clara señal de que está dañado; debemos tirarlo a la basura y hacer la prueba en otros huevos que hayan estado cerca de él.

Además del aspecto, otra prueba que puede ayudar a determinar si un huevo está fresco es su olor. Si tomamos un huevo y al acercarlo a la nariz emite un olor desagradable o putrefacto, es muy probable que esté dañado y tengamos que tirarlo.

La prueba del sonido

Antes de golpear la cáscara del huevo para explorar su contenido, una buena forma de saber si está fresco es agitarlo cerca de la oreja. Es un truco sencillo que no requiere de ningún extra y que puede ser realizado en cualquier momento, con el huevo a temperatura ambiente.

¿Resultado? Si al agitar el huevo obtenemos un sonido seco, como que se pega contra la cáscara, el huevo está en mal estado. Si, por el contrario, el huevo está fresco, no habrá ningún sonido desde el interior del caparazón, pues, el interior estará suave y espeso.

Una yema consistente y una clara gelatinosa

Al contrario de los dos métodos anteriores, para conocer el estado de un huevo del que sospechamos su frescura, en este caso hay que romperlo. Por supuesto, antes de hacerlo, busca un envase limpio para abrir el contenido del huevo, protegiéndolo de suciedad y protegiendo a los demás de su contenido.

Lo rompemos en el bol y observamos su comportamiento. Si la yema se mantiene en el centro sin moverse en una forma compacta, tendremos un huevo fresco. Si la yema se mueve hacia los lados, por donde pasa la clara y más allá, es todo lo contrario, su estado está comprometido.

La yema del huevo debe verse densa, siempre posicionada en el centro de la clara, que debe estar espesa. La clara, también debe tener una consistencia gelatinosa, libre de manchas de ningún tipo y con aspecto transparente; también, debe estar libre de cualquier agente extraño.

Por otro lado, algo que no podemos tomar como indicador decisivo del estado o frescura de un huevo, es su cáscara. Ya que, los hay de muchos colores y tamaños, es un aspecto que depende enteramente del tipo de gallina que lo ponga; determinando genéticamente su valor nutricional y características particulares.

Cómo conservar correctamente los huevos

Nadie quiere arriesgarse a enfermar por almacenar los huevos en unas condiciones que no son las correctas. Por ello, te dejamos algunos consejos de almacenamiento que te ayudarán a conservar correctamente tus huevos:

Recomendaciones
  • Guarda tus huevos en un sitio que se mantenga fresco todo el tiempo. La puerta de la nevera puede ser un lugar ideal.
  • Nunca expongas los huevos a cambios bruscos de temperatura. Recuerda que son alimentos crudos y este tipo de alteraciones puede comprometer su exterior y su interior. Si están en la nevera y vas a utilizarlos, sácalos unos minutos antes y déjalos atemperarse antes de utilizarlos.
  • Almacena los huevos en una canasta o huevera para este fin. Evita siempre golpearlos contra los bordes o causar rotura en la cáscara, ya que, se dañarán rápidamente.
  • Lava y seca los huevos antes de consumirlos, pero, nunca antes de meterlos a la nevera; porque, podemos comprometer la dureza de la cáscara y dejar los poros abiertos a bacterias y microorganismos que pueden hacernos enfermar.

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