Si estás pensando en remodelar o reequipar tu cocina, seguro que has pensando en poner una placa de inducción o vitrocerámica. Pero, entre tantos modelos a elegir, muchos caemos en el error de asumir que las placas de inducción son iguales a las de vitrocerámica; y, no lo son.
Conocer sus diferencias puede ayudarte a elegir un equipamiento que satisfaga tus necesidades, sin necesidad de sacrificar demasiado tu bolsillo.
Ambos tipos de placas tiene una misma finalidad, pero sus características y funcionamiento pueden hacer de su uso diario una experiencia diferente. Por esto, trataré de mostrarte de forma objetiva las diferencias más importantes entre la inducción y la vitrocerámica, y que implicará para ti a la hora de cocinar en el día a día.
Las principales características
Funcionamiento
La forma de producir calor es la principal y más importante diferencia entre la inducción y la vitrocerámica.
Empezamos por mencionar que el sistema de inducción se basa en la energía liberada por la creación de un campo magnético. ¿Eso que significa? Pues, que no se generará ninguna clase de calor en el la propia placa hasta que el área indicada entre en contacto con un recipiente adecuado.
Por otro lado, las placas de vitro se calientan mediante resistencias colocadas debajo del cristal, que transmiten el calor de abajo hacia arriba del vidrio.
Es un funcionamiento que se asemeja al que ocurre con una cocina a gas, solo que, la reacción ocurre con corriente; y su principal ventaja es el aprovechamiento del calor generado, permitiendo que se termine un preparado solo con el calor residual.
Velocidad de calentamiento
Gracias a la velocidad del magnetismo generado, las cocinas de inducción son capaces de producir calor muy rápidamente; favoreciendo un cocinado mucho más veloz.
Mientras que, las cocinas de vitrocerámica suelen necesitar un tiempo de accionado mayor; ya que, es necesario esperar a que las resistencias calienten y transmitan el calor suficiente.
Consumo
El gasto energético es un aspecto muy importante a considerar cuando nos disponemos a elegir un electrodoméstico con tanto uso como la cocina. Por este motivo, es necesario tener en cuenta que una cocina de vitrocerámica cuenta con unos altos valores de potencia; consumiendo una importante cantidad de energía que se verá reflejada directamente en la factura mensual.
Por otro lado, las cocinas de inducción suelen poseer un bajo consumo de energía asociado a su uso constante que viene dado por el contacto directo. En cifras reales, se sabe que una placa de inducción consume alrededor de 30-35% menos que una placa vitro.
Seguridad
El calentamiento de las cocinas de vitrocerámica ocurre de forma continua al encenderla, calentando la placa en general a medida que se utiliza. La temperatura llega a niveles muy altos de calor sin apenas notarlo, por lo que, los accidentes pueden ser más habituales de lo que parece.
Sin embargo, muchas cocinas de vitro suelen incorporar sistemas de seguridad contra encendidos accidentales; son conocidos como seguros para niños y la mayoría de placas actuales lo incluyen.
Por su parte, las placas de inducción calientan de forma parcial, aumentando drásticamente la temperatura solo en la zona en contacto con los sartenes y ollas; también tienen un riesgo real de calor emitido, pero es mucho menor la posibilidad de quemarse por contacto directo.
Limpieza
En este apartado hay muchas similitudes entre los dos tipos; pero, hay que resaltar que las cocinas de inducción tardan un poco menos en enfriarse y muchas de sus zonas no se calientan en absoluto al utilizarlas. Por lo que, es mucho más sencillo limpiarla al momento de un derrame accidental.
Además, es más difícil mancharlas con el derrame de líquidos, puesto que no se quemarán tan rápido como en las placas vitro.
Versatilidad
La mayoría de los apartados son ligeramente ganados en ventajas por una placa de inducción. Pero, al momento de versatilidad y uso diario, las cocinas de vitro tienen un punto a favor ya que se puede cocinar casi en cualquier tipo de recipiente.
Mientras que, si nos decimos por comprar una cocina de inducción y nunca habíamos tenido una de ellas en casa; será necesario comprar juegos nuevos de sartenes, ollas y cacerolas, por sets aptos para este tipo de placas. Lo cual, hará sufrir un poco el bolsillo con esta inversión inicial.
Precio
Por último, pero nunca menos importante, hay que resaltar que la tecnología de las placas de inducción las hace más costosas. Esta diferencia se hace cada vez menor con el paso de los años pero será un aparatado a tener en cuanta si quieres economizar tu presupuesto.
Para dar un ejemplo más real, si buscas un modelo económico de placa de 3 zonas de cocción, verás unas diferencias de unos 60€ entre los modelos de vitro e inducción. Por suerte se pueden encontrar modelos económicos sobre los 190€ para inducción y 130€ para vitrocerámicas.